15 abr 2014

César Vallejo: PRIMAVERAL



  Excelsa juventud! Jardín de oro!
Palpitación de Amor! Gloria de Oriente!
¡Del ritmo celestial, eco sonoro!
¡Tú que llevas un Sol en cada frente...!


   ¡Oh juventud! Detén por un momento
tu plácida legión en tu carrera:
¡Comulgue el cielo azul del pensamiento
ante el altar azul de Primavera!


   Primavera está aquí! Virgen alada
que en cada año te brinda sus amores,
te besa con la brisa perfumada
y deshoja a tus pies risas de flores......


   Primavera está aquí! Como un aliento
de Dios, que brilla, vuela..., endulza y canta,
penetra al corazón y al pensamiento,
y en la tierra y en el cielo se agiganta!


   Su aparición al fin del triste Invierno
es a modo de un ¡hurra! fulgurante
que bajado del trono del Eterno
dice a las almas: Ánimo! Adelante....!


   Es así, como en toda la Natura
fluye la nueva savia estremecida,
y en la fuente y el árbol te murmura
una gigante música de vida!


   Esa savia es de rojo cuando late
dentro el pecho jovial en mil canciones,
¡cuando impulsa a los hombres al combate
en defensa de sacros pabellones!


   Por mágico milagro se convierte
en el hondo cerebro, en santa idea
que lucha por Bien contra la Suerte,
¡y triunfa ahorrando sangre en la pelea...!


   Ella te trae fuego, nobles ansias
destellos desprendidos de Dios mismo;
pues embriagada el alma en sus fragancias
es capaz de hacer luz en el abismo!


   Trae muchas ternuras en capullo,
muchos dulces crepúsculos violetas,
y en la lira de oro de su arrullo
el preludio ideal de los poetas.


   Excelsa juventud. Ama con ella,
y a su beso de luz sé un Prometeo,
y sube hasta arrancar de alguna estrella
el Edén Inmortal de tu deseo.


   ¡Oh juventud! La hermosa Primavera
su flor de fuerza y luz pone en tu pecho:
acoge a su perfume tu bandera
en tu lid por la Patria y el Derecho.


   Escudo contra el golpe del destino;
contra el traidor escollo, voz de alerta:
pulverizando vallas del camino,
te lleva al bien fecundo y gloria cierta.


   Oh juventud. Sostén del Universo.
Rosas, amores, cánticos y aromas.
Volar de sueño a Dios, junto a mi verso,
cual millón de eucarísticas palomas....


   Tuya es la Creación. Tu pensamiento
hará en ella una más fuerte vida
que el fecundo calor del sentimiento
primavera eternal dará en seguida.


   ¿Qué podrá contra ti? Natura te ama,
y en ella está la fuerza creadora...
que hoy en las hondas venas se derrama,
del hombre, el suelo, el pájaro y la flora…


   Tú llevarás oh heráldica amazona
de victoria en victoria tu bandera,
mientras teja cada año una corona
para tu augusta sien, la primavera.


   Juventud. Patria en flor. Trueno. Armonía.
Y suspiro de amor... La Primavera,
renovando tus ímpetus, podría
convertirte en un Dios... si Dios no hubiera.
  1915




El primer poema de César Vallejo publicado en el diario La Reforma (Trujillo, 25 de setiembre de 1915, p. [3]). No se volvió a publicar durante la vida de Vallejo.
André Coyné (1949: 56) menciona la nota aparecida en La Industria con relación a este poema.
El texto lo reprodujo completo por primera vez Alcides Spelucín (1959: 41-43).


 Información de: El Archivo Vallejo  

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